En el siglo I a.C se construyó en Roma un edificio cuyo fin era las luchas de gladiadores: el anfiteatro, que se construyó en todas las ciudades importantes del Imperio. El antiteatro Flavio o Coliseo fue uno de los mas grandes construidos en la Antiguedad.
Las obras se iniciaron en el primer año del reinado del emperador Vespasiano, y lo terminaron hacia el 80 d.C durante el reinado de Tito. Fue inaugurado en el año 82 d.C. Años después Domiciano le añadió el piso superior.
Su nombre se debe a una estatua de Nerón llamada "Nerón el colosal".
Los materiales utilizados fueron diferentes según las cargas que tenían que soportar: en los pilares y muros exteriores se empleó piedra y ladrillo. En los pisos abovedados de los corredores se utilizó el hormigón.
A diferencia de la mayoría de anfiteatros construidos en la Antigüedad, el Coliseo es una estructura pendiente de piedra y cemento. Tenía capacidad para 50.000 espectadores que podían acceder o salir en poco tiempo gracias a una red de pasadizos y salidas.
En la arena sólo queda al descubierto el laberinto de celdillas y pasadizos que había debajo para los animales y gladiadores, los elevadores...
En ocasiones había batallas navales en las que la arena se inundaba para poder manejar las barcas. Cuando terminaba el espectáculo, la arena se desecaba mediante un sistema de alcantarillas.
El graderío empezaba a cuatro metros sobre el nivel de la arena. Sobre el podium se encontraba los asientos del mármol para el público de más categoría. Más arriba estaba la gradería destinada para el público ordinario dividido en tres zonas.
En los días de verano se ataba el toldo o velarium mediante un sistema de poleas para protejer a los espectadores del calor. En el caso de los espectáculos nocturnos se encendía un enorme candelabro sobre la arena.
En cuanto a la decoración era muy variada, con decorados de estatuas y escudos de bronce, relieves de mármol...
El Coliseo no fue restaurado hasta principios de siglo XVIII por Stern y Vafaier.
